Para Carolina Sanz, la diseñadora más joven de esta primera camada de INDÓMITA, por un tema generacional nunca vislumbró otra opción que no fuera el modelo ready-to-wear.
INDÓMITA representa una oportunidad creativa para la diseñadora: la posibilidad de salirse de sus patrones ya desarrollados y retarse a través del proceso de creación basado en las obras de Jorge Pineda.
“Uno diría que sus piezas y las mías son opuestas, porque mi marca hace alegorías a la delicadeza y suavidad, y sus obras tienen un carácter fuerte, que causan intranquilidad”, afirma Sanz.
“Sin embargo, me di cuenta de que él utiliza muchos detalles en los estampados, que dibuja las chaquetas, que se esmera en los tachones de las capuchas de obras como El bosque.
Ahí me fui dando cuenta de toda la delicadeza que sí está presente en su trabajo”.